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La pintura es una superviviente total

Jeréz de la Frontera. Cádiz. 1985

Antonio García Villarán

Reseña

Mi trabajo se desarrolla como un cuestionamiento y reivindicación de la pintura. Quiero demostrar su importancia y vigencia, a través de un diálogo entre sus características tradicionales y los avances en el mundo audiovisual.

Una parte importante de mi proceso artístico es la selección y construcción de las imágenes que uso como referentes para la pintura. Por un lado, uso imágenes encontradas en internet que retoco y descontextualizo buscando nuevas relaciones y significados.

Por otro lado, construyo maquetas con materiales de desecho. Con éstas realizo sesiones fotográficas, cuyas imágenes resultantes filtro y retoco digitalmente para posteriormente, trasladarlas al lenguaje pictórico. Este proceso produce un continuo diálogo entre imagen virtual, escultura, fotografía y pintura, contenido en el resultado final.

Estas maquetas que construyo como referentes para mis pinturas están adquiriendo cada vez más protagonismo, hasta el punto en que comienzo a reflexionar sobre ellas como esculturas que puedan relacionarse con las pinturas en un mismo entorno.

En el traslado de la imagen fotográfica a la pictórica busco intensificar las características inherentes a ambos lenguajes: la definición de los detalles, el encuadre, la representación del volumen y el desenfoque de la fotografía; el color, la textura y la materialidad de la pintura.

Lo que realmente me inspira del proceso creativo es la capacidad de alcanzar nuestro lado emocional a través del intelectual de la manera más directa posible. La excitación de las neuronas. El disparo neuronal.

La permanencia icónica de la imagen, la extrañeza de lo perceptivo, el poder de las formas cotidianas, las estructuras que conforman lo visual, los cambios radicales en la belleza contemporánea son mis actuales objetos de análisis.

A través de la investigación de estas cuestiones se ha ido generando en las imágenes pictóricas una reducción de la representación, no para anularla, sino, paradójicamente, para potenciarla originando una extraña sensación en el espectador, que sabe que está ante un elemento, un objeto, que podría existir, pero que se vuelve enigmático e irreconocible. Se cuestiona así la confrontación entre abstracción y figuración, desde lo aparentemente representativo surge la ilusión de la abstracción.

Todas estas imágenes se relacionan entre sí por la sensación común de que algo inquietante se encuentra detrás de lo aparentemente bello y frívolo, como imágenes cercanas al pop que esconden algo defectuoso en su interior. Se produce una fluctuación entre lo superficial y lo profundo que plantea la siguiente hipótesis, actualizando la frase de Paul Valery, radicalmente contemporánea: “Lo más profundo es la piel”.

Obra

Antonio García Villarán